La resiliencia es la capacidad, que todos podemos aprender, de sacar lo mejor y crecer ante las adversidades que se presentan en nuestra vida. Quien la pone en practica se convierte en un ALQUIMISTA, que descubre como transformar los problemas en oportunidades y el dolor en crecimiento.
Simplemente se necesita cumplir con 2 requisitos: a) DECISION: querer hacerlo y b) AMOR: lo contrario del miedo.
El miedo es una respuesta natural y tiene la función de mantenernos alerta, pero, cuando le permitimos crecer desproporcionadamente, nos paraliza y daña. Por eso es vital soltar el miedo y procurar llenarnos de amor.
Si decides tomar el reto que tienes enfrente de la forma más amorosa posible, entonces estás en posibilidad de trascenderlo para tu mayor bien.
Sólo desde el amor puedes seguir los 3 pasos de la receta de la alquimia:
1) ACEPTACION – Aceptar lo que es. No quiere decir, necesariamente, tirar la toalla y rendirse, pero no puedes negar que te está ocurriendo y es así. Duele, sin duda, pero cerrar los ojos no va a hacer que desaparezca. Acepta el hecho y el dolor que te causa. Llora lo que tengas que llorar para dar espacio a lo que sigue. Lo sé, es más fácil decirlo que hacerlo, pero se puede y, por tu bien, debes hacerlo.
2) GRATITUD – Agradecer con el corazón el aprendizaje que esta situación te trae, aunque en este instante aún no entiendas cuál es. Agradece profundamente todo lo que sí tienes y agradece la posibilidad de seguir aprendiendo y creciendo. Agradece la oportunidad de experimentar toda la gama de emociones de la que somos capaces y la capacidad de decidir buscar aquellas que resuenan más con tu alma. La Gracia llega a nosotros de las formas más inesperadas. Da gracias por lo que fue, por lo que es y lo que será…
3) FE – Confía plenamente que llegarás a un lugar mejor de el que estás ahora. Confía en que este trago pasará y, aunque en este momento no tengas claro el panorama, te habrás convertido en mejor persona. No te aferres a una expectativa concreta! Actúa con el corazón y suelta, ábrete a lo que el universo te tenga preparado. Sólo Dios conoce sus caminos.
Donde hay miedo no cabe la aceptación, pues hay resistencia y desesperación.
Donde hay miedo no cabe la gratitud, pues hay resentimiento, enojo y odio.
Donde hay miedo no cabe la fe, pues hay duda, angustia e incredulidad.
Cuando hay una cantidad desproporcionada de miedo, no tenemos espacio para llenarnos de la cantidad necesaria de amor y entonces la alquimia no sucede. Nos quedamos atorados o nos vamos para abajo.
Trabaja en liberar el miedo, ponerlo en su justa proporción y llénate amorosamente de aceptación, gratitud y fe.
A esto yo le llamo: ALQUIMIA DESDE EL CORAZÓN… o lo que es lo mismo: Lo que no te mata te hace más fuerte, si lo enfrentas desde el amor.
Amor a ti mismo y amor a la vida.
Todos estamos en proceso constante de aprendizaje y crecimiento, nunca somos producto terminado, y así, imperfectos, tenemos la capacidad de ser alquimistas y lograr milagros con nuestras vidas. No lo dudes!