¿Qué tanto peso muerto traes cargando en la mochila que no te deja avanzar?
Uno de los sentimientos más corrosivos que podemos tener es el RESENTIMIENTO. Ese que taladra poco a poquito el alma haciéndola esperar que el otro la arregle, repare, sane, rescate… o por lo menos que la pague!
Pero en realidad, el resentimiento es un enojo rancio contigo mismo por tus propias expectativas no cumplidas, tu incapacidad de poner límites, tu falta de asertividad y tus malas decisiones, proyectadas en el otro (porque claro que es más fácil ver los horrores del otro que los propios)… Es aferrarte a que las cosas que ya sucedieron sean diferentes ¿te das cuenta del absurdo?
Es culpar a otros por haber o no haber hecho algo en el pasado… pero que tú hoy sigues perpetuando porque sigues permitiendo que te duela en el presente. Eso ya no lo está haciendo nadie más que tú.
OJO! Permanecer en el resentimiento puede tener grandes ganancias secundarias… Te da “Permiso” de seguir enojado, contándote y contándole al mundo la misma historia una y otra vez. Es dar permiso de que tu “Chango loco”, “gremlin” o “voldemort” (como yo le llamo) que está dentro de tu cabeza siga reforzando el guión que te tiene donde estás y que justifica el no moverte de tu zona de confort y de tu rol de víctima. ¡Abusado! Hazte consciente de lo desempoderante que eso es.
Si sigues resentido, sigues poniendo el poder de tu bienestar en las manos de esa otra persona y entonces tú solito te atas de manos para no moverte. ¡Es un mecanismo de auto-boicot!
Sé honesto contigo mismo. Recuerda que es muy probable que tus expectativas pusieran la vara en un lugar muy alto que el otro no solicitó. Recuerda que nadie lee la mente ni tiene la obligación de hacerte feliz, sólo TÚ tienes esa responsabilidad y sólo tú puedes reclamar tu poder para poner límites sanos, alejarte, perdonar y dar vuelta a la página.
El resentimiento es un veneno que sólo te está haciendo daño a tí. ¡Suéltalo! Perdonándote a ti primero, y aligera tu carga para poder moverte hacia donde por fin te puedas expandir y brillar.
¿Qué resentimiento has venido cargando y estás listo para soltar? Cuéntame en los comentarios y gracias por compartir!
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